En 1960, David Latimer plantó capullos de araña en un gran frasco de vidrio, añadió un litro de agua y lo selló. Doce años después, en 1972, abrió la botella, añadió agua y la selló permanentemente.
Los ecosistemas autónomos han prosperado durante más de 60 años. Un jardín es un ecosistema totalmente equilibrado y autosuficiente.
Las bacterias del abono se alimentan de plantas muertas y descomponen el oxígeno liberado por las plantas, convirtiéndolo en dióxido de carbono necesario para la fotosíntesis.
La botella es esencialmente un microcosmos de la Tierra. Vi esto hace unos 5 años y decidí experimentar con un frasco pequeño y un poco de madera silvestre. Decidí ponerle la tapa a la botella y dejarla al sol, dejando solo un poco de agua dentro.
Sorprendentemente, después de un año todo lo que había en la botella seguía verde y la vida seguía.
¿Te gustaría probar este experimento?
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